Pasead por la calle más famosa de Praga, pero no pretendáis descubrir sus secretos: el Callejón del Oro (Zlatá ulicka en checo) es un lugar al mismo tiempo fascinante y misterioso, romántico y oscuro, colorido y claustrofóbico.
Esta calle estrechísima en el interior del complejo del Castillo de Praga cuenta con tan sólo once casas, algunas de poco más de un metro de altura, y sin embargo se ha convertido en una atracción turística de reclamo mundial.
Es fácil comprender el por qué: esta calle es uno de los rincones más pintorescos de Praga, tanto que parece casi estar en un plató de cine o dentro de un cuento de hadas. Las minúsculas casitas, de colores vivos o pastel, son extremadamente sugerentes y encierran una riqueza inestimable de historias y leyendas.
Si tenéis tiempo de volver a diferentes horas del día para disfrutar del animado ambiente de día, cuando la calle está llena de gente, y para dejaos seducir por las últimas horas de la tarde, cuando las tiendas están cerradas y el Callejón del Oro se vacía.
Las casas del Callejón del Oro fueron habitadas durante siglos por diferentes clases sociales, incluyendo artistas y personajes famosos. Durante vuestro paseo por el callejón prestad especial atención a estas casas:
También Jaroslav Seifert, poeta y periodista checo, vivió en el Callejón del Oro en los años treinta, pero el edificio que era su hogar ha sido demolido.
Las casas del n.9 al n.16 albergan una exposición que recrea la vida real de los residentes del Callejón del Oro en los últimos cinco siglos.
En el extremo oriental del callejón se encuentra la Torre Daliborka, una torre circular que formaba parte de un sistema de fortificación y también era utilizada como prisión. El nombre Daliborka recuerda a su prisionero más famoso, el caballero Dalibor de Kozojedy. La leyenda cuenta que durante su encarcelamiento el caballero solía tocar el violín y las calles del castillo resonaban con su triste melodía: en esta leyenda se inspiró el compositor checo Smetana para componer su ópera “Dalibor”.
Por desgracia, no es posible acceder gratuitamente al Callejón del Oro: la callejuela está incluido en las zonas de pago del Castillo de Praga, por lo que para poder verla hay que comprar la entrada de acceso al castillo.
Por unos euros más, puede participar en una visita al castillo con un guía profesional titulado. Las visitas están disponibles para particulares y grupos en varios idiomas, incluido el italiano.
Para ahorrar en las entradas al Castillo de Praga, piense en adquirir una tarjeta de la ciudad de Praga, un pase turístico que le permite entrar gratis o con descuento a varias atracciones de la ciudad, incluido el Castillo de Praga. Elija la que más le convenga en función de la duración, las atracciones que vaya a visitar o los servicios que incluya, como el transporte público.
Atracciones | Más de 70 | Más de 60 | Castillo y Reloj Astronómico |
Transporte | No incluido | Sin límites | No incluido |
Duración | De 1 a 6 días | 48, 72 y 120 horas | Sin límites |
Comprar | Comprar | Comprar |
Por qué esta callejuela se llama el “Callejón del Oro” es un misterio. Algunos dicen que es debido a los orfebres que vivían y trabajaban en las estrechas casas del callejón, según otros en cambio, el nombre se refiere a los talleres de los alquimistas que querían convertir el hierro en oro.
Otra teoría es que el oro que da el nombre a la calle no es un metal precioso sino la orina, una sarcástica referencia al periodo en el que esta zona tenía mala fama y era insalubre.
Las casas del Callejón del Oro fueron construidas en la fortificación de arcadas del castillo a partir de finales del siglo XVI durante el reinado de Rodolfo II de Habsburgo, originalmente para albergar la casa de los guardias del castillo y otros sirvientes.
Sin embargo según una leyenda aquí vivían los alquimistas al servicio del emperador, protegidos en su búsqueda del elixir de la vida eterna en el interior de sus pequeñas casas, en una zona delimitada por dos torres (la Torre de Dalibor y la Torre Blanca).
Sea cual sea la verdad sobre los primeros habitantes de esta calle, lo cierto es que las casas fueron habitadas hasta la Segunda Guerra Mundial. El aspecto actual de la calle se remonta a 1955, aunque la reestructuración más reciente es del 2010. La calle se volvió a abrir al público en 2011.
La City Card le permite ahorrar en transporte público y/o entradas a las principales atracciones turísticas.