Si durante vuestras vacaciones en Praga necesitáis un descanso del ajetreo de la ciudad subid a la Colina Petrin (en checo Petrínské Sady), en el oeste del Barrio pequeño.
A más de 300 m de altura sobre el nivel del mar, esta colina es la zona verde más grande de Praga y ofrece innumerables oportunidades para dar agradables paseos.
Se puede subir desde el monasterio de Strahov, pero si no os gusta la idea de caminar cuesta arriba podéis tomar el cómodo funicular. Ambas soluciones permiten disfrutar de rincones románticos e impresionantes vistas de la ciudad.
Lo mejor que se puede hacer en Petrín es, naturalmente, pasear observando el maravilloso paisaje. Para disfrutar de este placer podéis subir aún más arriba, a la parte superior de la Torre de observación Petrín, uno de los miradores más populares de Praga entre los turistas.
Esta copia de la Torre Eiffel a escala 1:25 fue construida en ocasión de la Exposición Jubilar de 1891. Su cumbre se encuentra a la misma altura sobre el nivel del mar de la Torre Eiffel original en París, pero para subir no hay ascensores: hay que subir casi trescientos escalones (299 para ser exactos!).
Otro punto panorámico se encuentra en el Observatorio Štefaník, abierto en 1928 para promover el conocimiento de la ciencias astronómicas por todas las clases sociales. Están disponibles para los visitantes algunos telescopios con los que se puede disfrutar no sólo de Praga, sino también del universo!
El Memorial a las víctimas del comunismo es una chocante escultura de bronce que no os dejará indiferentes. Estatuas de cuerpos humanos en diversas etapas de desintegración y una placa que recuerda el impacto social devastador de la era comunista en la República Checa. Venid a leer las impresionantes cifras de las personas detenidas, enviadas al exilio, ejecutadas, muertas en la cárcel o mientras trataban de escapar a otros países: en total más de 380.000.
Después de una visión tan conmovedora, relajaos en el laberinto de los espejos, divirtiéndoos como niños, o con vuestros hijos, sacando la lengua en los espejos y viendo vuestro cuerpo deformado. Seréis capaces de encontrar la salida antes de moriros de risa?
Atravesad los tranquilos jardines Kinsky para encontrar la Iglesia de San Miguel, edificio de madera con una curiosa historia: fue transportado pieza por pieza desde el pueblo de Medvedov en Ucrania. Cerca de la iglesia se puede visitar el Musaion, una residencia de verano que ahora alberga un museo etnográfico sobre la vida rural cotidiana en los siglos XIX y XX.
Con una sola entrada podrá visitar tanto la torre de observación Petrín como el Laberinto de los Espejos. Después de un par de días dedicados a hacer turismo, ¡no podrá evitar dedicar un par de horas a estas atracciones!
El funicular de Petrín fue inaugurado en 1891. Sale desde Újezd y llega a la torre de observación en Petrín, a lo largo de un camino de 510m. Hace una parada intermedia en Nebozízek, práctica si queréis hacer un tramo del recorrido a pie.
Hay viajes cada 10-15 minutos. Son válidos los billetes de metro o del tranvía. Los titulares de la tarjeta Prague Visitor Pass pueden utilizarlo de forma gratuita por tiempo indefinido.
La City Card le permite ahorrar en transporte público y/o entradas a las principales atracciones turísticas.