Casi completamente deshabitada hasta hace 200 años, Vinohrady es hoy en día una hermosa zona residencial de Praga, con una reputación de prestigio y elegancia: vivir aquí o mejor aún poseer una casa en la zona es realmente un status symbol.
Aunque para los praguenses es muy chic, Vinohrady no provoca la misma fascinación entre los turistas, que a menudo la ignoran porque aquí no hay ninguno de los lugares de interés mencionados en las guías turísticas.
Pero es agradable pasear por este barrio muy elegante que cuenta con muchos parques y algunos de los mejores restaurantes y cafeterías, así como los únicos viñedos “urbanos” de Praga.
El nombre “Vinohrady” significa literalmente “viñas”. No es una casualidad: antiguamente las colinas de la zona estaban cubiertas de viñedos. Incluso hoy en día se puede disfrutar de la relajante vista de un viñedo bebiendo una copa de vino en Viniční Altan, un encantador edificio de madera donde sirven vinos que se producen en la zona, además de los mejores vinos checos y una buena selección de vinos internacionales.
La plaza central de Vinohrady es la Plaza de la Paz (Namesti Miru en checo), cuyo nombre es un legado de la era comunista. Aquí se encuentran la iglesia neogótica de Santa Ludmila y el Teatro Vinohrady.
Si queréis soñar con los ojos abiertos (tal vez convirtiéndoos en multimillonarios) caminad por las calles más elegantes de Vinohrady, llenas de ricas villas privadas y modernos apartamentos de lujo con precios que no son muy inferiores a las casas de París o Londres. Las calles más “in” son Lužická, Hradešínská y Na Šafránce.
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El barrio de Vinohrady está limitado de una manera aproximada por el parque de Riegrovy Sady Park al norte, la calle Legerova al oeste y la plaza de Jiriho z Podebrad al este, desde aquí continúa hacia el sureste a través de las calles Vinohradská y Ruská hasta el cementerio de Vinohrady.
La City Card le permite ahorrar en transporte público y/o entradas a las principales atracciones turísticas.