Brno, la segunda ciudad más grande de la República Checa después de Praga, es una ciudad encantadora y peculiar con dos ayuntamientos, una plaza triangular, un dragón legendario y un reloj que da el mediodía a las once horas.
Esta moderna metrópoli es conocida por su fuerte tradición industrial, pero tiene una rica vida cultural y artística. En uno de sus teatros actuó un joven Wolfgang Amadeus Mozart todavía niño, y aquí se celebra cada año el Festival Internacional del Folclore; sin embargo, el principal atractivo de la ciudad es una obra maestra de la arquitectura moderna, la Villa Tugendhat.
Brno es realmente un lugar donde el pasado y el presente conviven, creando una atmósfera mágica e inolvidable.
Vuestra visita a la ciudad de Brno tiene que empezar desde la central Plaza de la libertad de donde salen las tres calles principales que atraviesan la ciudad. Constantemente animada por eventos culturales, festivales y mercados de comida, la plaza es el centro neurálgico de la ciudad y está llena de gente durante todo el año.
Está rodeada de elegantes palacios históricos y edificios modernos, pero lo que atrae a los visitantes son dos rarezas que atestiguan el estado de ánimo alegre e impertinente de los ciudadanos bruneses. La primera es la torre deliberadamente torcida del portal gótico del antiguo ayuntamiento, que parece haber sido construida así como venganza del arquitecto, que no había sido pagado. La segunda peculiaridad de la Plaza de la Libertad es el reloj moderno con forma ambigua (para algunos es una bala, para otros un falo) que para recordar la defensa exitosa de la ciudad del asedio del ejército sueco suena el mediodía a las once en punto, como las campanas de la catedral de Petrov. A esta hora una perla de vidrio sale del reloj: si tenéis la suerte de cogerla, podréis llevaros a casa un recuerdo original.
La segunda plaza más famosa y popular de Brno se llama Zelný trh, o sea Mercado del chucrut. Aquí, cada mañana hay un animado mercado de frutas y verduras.
Uno de los edificios más antiguos y más conocidos de Brno es el antiguo ayuntamiento, donde se puede averiguar por qué el dragón y la rueda del carro son los símbolos de la ciudad, y donde se pueden visitar los salones históricos y la galería de arte y subir a la torre de 63 metros. Muy cerca se encuentra el nuevo ayuntamiento, un antiguo monasterio que fue utilizado más tarde para uso cívico. Reformado en el siglo XVI por dos arquitectos italianos, ahora alberga el ayuntamiento, así como exposiciones y eventos culturales. Se puede visitar el hermoso patio abierto donde podréis fotografiar la estatua del legendario dragón de Brno.
No es famosa por una leyenda, sino por una dramática realidad histórica la Fortaleza del Spielberg, una prisión para muchos patriotas europeos, entre ellos Silvio Pellico, que narró su experiencia en el libro autobiográfico “Le mie prigioni”.
La Catedral de los Santos Pedro y Pablo domina la ciudad desde la colina de Petrov. Construida originalmente como una pequeña iglesia románica, fue reconstruida y convertida al estilo gótico en el siglo XIV. Los dos campanarios, de 81 metros de altura, sin embargo son mucho más recientes: se remontan a principios del siglo XX y se consideran la obra maestra del renacimiento gótico en la República Checa. Se puede subir a la parte superior de una de las torres y desde allí disfrutar de una vista impresionante de la ciudad.
Si os gusta caminar, podéis dar un agradable paseo por las murallas, o si queréis algo más especial podéis visitar los pasajes subterráneos de la ciudad, recientemente reabiertos al público, pero el paseo más agradable de todos es, sin duda, el del centro histórico: podéis explorarlo libremente, dejándoos impresionar por las casas de colores.
La joya de la arquitectura de Brno, que no os podéis perder es la Villa Tugendhat, la residencia de la pareja de origen judía Greta Low-Beer y Fritz Tugendhat, ricos industriales del sector textil.
Diseñada por el arquitecto alemán Ludwig Mies van der Rohe en los años veinte, es la única obra de arquitectura moderna en la República Checa que se ha incluido en el patrimonio de la humanidad y es considerada una de las cuatro villas más famosas del mundo. Para construir la villa el arquitecto Van der Rohe ignoró todas las tendencias arquitectónicas y de decoración interior de la época, creando un edificio moderno y elegante.
Hay muchas cosas extrañas que llaman la atención del visitante: por ejemplo, mirando la villa desde la carretera ésta parece estar compuesta de un solo piso, mientras que en realidad tiene tres plantas. Una de las paredes que dividen el espacio interior está hecha de ónix y cambia de color dependiendo de la inclinación de los rayos del sol.
Para conocer los detalles de esta construcción con diseño revolucionario y el trágico destino de sus patrones podéis uniros a una visita guiada, disponible en una versión estándar y en una más larga. <Quién no tenga mucho tiempo puede visitar el jardín de la villa. La villa es visitada cada año por miles de visitantes y este número está en constante crecimiento, por lo tanto, se recomienda reservar la visita con suficiente antelación.
Los aficionados a la historia que visitan Brno no pueden dejar de incluir en su itinerario un pequeño desvío a Austerlitz para visitar los lugares de la histórica victoria de Napoleón contra Austria y Rusia. Un itinerario muy detallado sigue los eventos y los lugares significativos en 29 etapas, señalando los campos de batalla, los pueblos, las fosas comunes, las tumbas, las piedras y los objetos de interés con paneles conmemorativos, pero es suficiente sólo la mitad de un día para visitar los más importantes. Podéis terminar el recorrido histórico visitando el castillo de Slavkov, donde se firmó el armisticio que sancionó la victoria de Napoleón.
Seguramente no habéis elegido la República Checa como destino de vuestras vacaciones para ir a la playa, pero si en verano realmente no podéis renunciar a un baño podéis hacer como muchos checos: refrescaros en las aguas del lago de Brno. El “mar” de los hecos en invierno se convierte en una enorme pista de patinaje sobre hielo natural. Se puede patinar con seguridad debido a que el espesor del hielo se supervisa constantemente: sólo cuando llega a los treinta centímetros la policía local concede el permiso para patinar.
A unos 14 km de Brno se encuentra el circuito de Masaryk (nombre del primer presidente de Checoslovaquia), que alberga el Gran Premio de motociclismo de la República Checa.
Si no os gusta el rugido de los motores, y en cambio buscáis un poco de tranquilidad podéis salir de la ciudad para encontraros inmersos en los viñedos de la Moravia.
Brno se encuentra a unos 200 km de Praga y está bien conectada por numerosos trenes. El viaje en tren dura aproximadamente dos horas y media. Otra opción es alquilar un coche y llegar a Brno en unas dos horas.
¿Qué tiempo hace en Brno? A continuación se muestran las temperaturas y el pronóstico del tiempo en Brno para los próximos días.
Para ver todos los alojamientos y reservar su propio en Brno utilice el formulario a continuación, ingresando las fechas de su estancia.