Fue durante un tiempo la segunda ciudad más importante de Bohemia después de Praga, Kutná Hora todavía se conoce hoy en día como “el cofre de los tesoros del Reino de Bohemia”. Su riqueza provenía principalmente de las minas de plata y aquí se acuñó la primera moneda de plata bohemia introducida por la reforma monetaria de Wenceslao II.
Caída en el olvido después del agotamiento de las minas y de la devastación causada por las guerras husitas y el incendio de 1770, Kutná Hora ha recuperado de nuevo su esplendor gracias al turismo. En 1995 obtuvo el reconocimiento que hace justicia al rico patrimonio histórico y a la singularidad de esta ciudad: y de hecho fue declarada patrimonio de la humanidad de la UNESCO.
Accesible en aproximadamente una hora desde Praga, Kutná Hora os permitirá llenaros de emociones en un solo día gracias a un bonito centro urbano, monumentos interesantes para visitar, un buen vino que degustar y una terrorífica capilla donde la decoración está hecha con… restos humanos!
El centro de la vida económica de Kutná Hora fue una vez la denominada corte italiana, donde se estableció la primera casa de la moneda bohemia cuando Wenceslao II invitó a expertos florentinos para acuñar las primeras monedas. Además de una exposición sobre la historia de la casa de la moneda y de la acuñación de las monedas, la corte italiana también alberga el curioso Museo de los Rostros Misteriosos que os hará descubrir el lado oscuro de esta ciudad: conoceréis historias de brujas, ladrones, herejes, jueces y verdugos.
Las minas agotadas son ahora un testimonio del rico pasado de Kutná Hora, así como una atracción turística muy apreciada por los turistas. Si sufrís de claustrofobia en lugar de entrar en los estrechos túneles subterráneos de las minas podéis leer la historia en el interesante Museo de la Plata Checo ubicado en el interior de un antiguo castillo.
La joya arquitectónica de la ciudad es la Catedral de Santa Bárbara que puede competir en grandeza y opulencia con la magnífica catedral de San Vito en Praga. Los trabajos de construcción comenzaron en 1308, pero la catedral no fue terminada hasta el siglo XIX. Echad un vistazo a los frescos del siglo XV, algunos representan a mineros en el trabajo, y después de visitar el interior dedicad un poco de tiempo al exterior de la iglesia. Desde la terraza se puede disfrutar de una hermosa vista de la ciudad.
Otro edificio religioso importante es la Catedral de la Asunción de Nuestra Señora en las cercanías de Sedlec, un ejemplo perfectamente conservado de la calidad alcanzada por la arquitectura cisterciense en el siglo XIII. Se le llama “el templo de la luz” por sus enormes ventanas que dejan entrar los rayos del sol, creando efectos visuales impresionantes.
La mayoría de los turistas vienen a Kutná Hora para visitar el macabro pero al mismo tiempo interesante osario de Sedlec, una capilla medieval caracterizada por una extraña decoración. Más de cuarenta mil cráneos y huesos humanos, perfectamente desinfectados, se utilizaron para formar lámparas, pirámides, cruces y emblemas: advertencia espectacular de la caducidad de la condición humana y de la existencia de la muerte, inspira temor y admiración al mismo tiempo.
Para vivir una experiencia espeluznante visitad el osario durante una de las visitas nocturnas que se organizan durante el verano, cuando el extraordinario espectáculo de vida y muerte creado por restos humanos reales es iluminado con una luz tenue. Inolvidable… si no os morís de miedo!
El osario se encuentra en la capilla subterránea de la Iglesia de Todos los Santos de Kutná Hora en el interior del cementerio de la abadía cisterciense, accesible a pie desde la estación de tren; desde la iglesia podéis llegar al centro de la ciudad en autobús.
La tradición vinícola de esta región ha sido redescubierta y valorizada por las Bodegas del Vino (en checo Vinné sklepy Kutná Hora, s.r.o.), una empresa familiar que desde 2009 produce vinos biológicos. Desde el centro de Kutná Hora podéis recorrer un sencillo sendero ciclístico de 6 kilómetros que os llevará a visitar los viñedos.
Los vinos de la zona como el Pinot Noir, San Lorenzo, Müller Thurgau o Tramin rojo están recibiendo cada vez más reconocimiento en la escena vinícola internacional por su contenido de especias y minerales.
Kutná Hora está a sólo 80 km de Praga y es fácilmente accesible en tren en una hora; algunos trenes son directos, mientras que otros requieren un cambio en Kolín. Viajar en autobús es un poco más complicado ya que no hay autobuses todos los días, así que no os lo recomendamos.
Quien prefiera alquilar un coche puede llegar a Kutná Hora en una hora, teniendo la libertad de elegir la hora a la que salir y pudiendo parar en el camino si lo desea.
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