Una interesante excursión de un día para hacer en Praga os llevará a descubrir Pilsen, llamada Plzen en checo, una hermosa ciudad al oeste de la capital checa. Famosa por la cerveza que lleva su nombre y de la que derivan dos tercios de la cerveza que se bebe hoy en día en todo el mundo, en 2015 Pilsen fue nombrada capital europea de la cultura, un reconocimiento que premia el rico patrimonio artístico y cultural de la ciudad.
Subir al campanario más alto de la República Checa, visitar la tercera sinagoga más grande del mundo, recorrer un largo pasillo de pasajes subterráneos, dejarse encantar por títeres y marionetas de antaño: son sólo algunas de las experiencias que harán mágica vuestra excursión a Pilsen. Todo esto, por supuesto, regado por ríos de cerveza rubia con mucha espuma.
La plaza principal de Pilsen está dominada por la Catedral de San Bartolomé, una iglesia gótica que cuenta con el campanario más alto de la República Checa: más de 100 metros a los que podéis subir mediante…300 escalones. El esfuerzo será recompensado con una vista impresionante, que en los días más claros llega hasta las montañas de la Selva Bohemia, a unos 70 km de distancia.
En el interior de la iglesia, contemplad las bonitas vidrieras, la estatua de la Virgen María de las Gracias (de la segunda mitad del siglo XIV, es uno de los monumentos góticos más importantes en la República Checa), el impresionante Calvario de 1833 en el altar principal y la famosa Capilla de los Sternberk en el lado sur.
Otro interesante edificio religioso para visitar es la Gran Sinagoga de Pilsen. Construida en 1888, es realmente grande: es la segunda sinagoga más grande de Europa y la tercera del mundo. Podría haber sido más alta si el gobierno municipal de la época no hubiese puesto límites a su altura para no oscurecer la cercana catedral.
Un largo laberinto de pasillos, sótanos y pozos excavados en el siglo XIV bajo la pavimentación urbana se desarrolla bajo la ciudad de Pilsen. 800 metros de estos pasajes subterráneos están abiertos al público: es un emocionante viaje por la ciudad bajo la ciudad para descubrir la vida cotidiana de la Pilsen medieval. No se recomienda para aquellos que sufren de claustrofobia y para todos el consejo es llevar una chaqueta impermeable para protegerse de la humedad!
Los dos museos más famosos de Pilsen harán las delicias de los más pequeños. El Museo de Marionetas traza la rica historia de la tradición titiritera de la ciudad, mientras que en el Tecmania, el museo checo de la ciencia, complejos principios físicos y matemáticos se explican en forma de juegos interactivos.
Los amantes de la historia no pueden perderse el Museo Patton Memorial, donde entre impresionantes reconstrucciones grabadas y más de un millar de documentos y objetos procedentes de colecciones privadas se relatan los momentos cruciales del final de la Segunda Guerra Mundial.
La principal atracción turística de Pilsen es la histórica fábrica de cerveza Pilsner Urquell (Plzeňský Prazdroj en checo), un nombre íntimamente ligado al de la ciudad. Para todos los fans de la cerveza es un lugar de culto, pero también fascinará a los simples curiosos.
Aquí mismo, en 1842, fue producida por Josef Groll la primera cerveza lager rubia del mundo, un estilo de cerveza que debido al nombre de la ciudad fue después llamado “pils“. Fue una verdadera revolución en la elaboración de la cerveza: descubrir el por qué durante una emocionante visita después de la cual tendréis la oportunidad única de degustar una Pilsner Urquell sin filtrar y sin pasteurizar, tirada directamente de las barricas de roble. También podréis experimentar la emoción de subir al ascensor más grande de la República Checa!
La visita de la fábrica de cerveza Pilsen Urquell abarca toda la cadena productiva, permitiéndoos conocer y apreciar la forma en que se produce esta famosísima cerveza. La visita se divide en varias secciones:
La segunda fábrica de cerveza en Pilsen es la Gambrinus, está también abierta a los turistas con un museo interactivo donde aprenderéis a tirar correctamente una cerveza y degustaréis una rubia en una tradicional cervecería checa situada en el interior de la antigua sala de fermentación.
Quien quiera saber más sobre la historia de la cerveza en general y sobre la producción de cerveza en la ciudad de Pilsen puede visitar el interesante Museo de la Fábrica de Cerveza que tiene su sede en el casco antiguo de la ciudad. Después de vuestra visita podéis terminar el día temático de la cerveza cogiendo fuerzas cenando en el cercano pub Na Parkánu, también propiedad de Pilsner Urquell, con una decoración inspirada en las tabernas checas de los años veinte.
Pilsen se encuentra a unos 90 km de Praga y es fácilmente accesible en tren y autobús. Si preferís alquilar un coche podéis llegar a Pilsen en menos de hora y media recorriendo la E50.
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